La proliferación de deepfakes ha generado preocupaciones significativas para las marcas y personas por igual. Estos contenidos manipulados, que pueden crear imágenes, videos y audios falsos de personas, se están utilizando para difundir desinformación, cometer fraudes y dañar reputaciones. Es esencial entender cómo funcionan los deepfakes y qué medidas se pueden tomar para protegerse.

Los deepfakes, creados con IA, son contenidos multimedia sintéticos e hiperrealistas que manipulan o generan imágenes, videos y audios de personas reales. Mediante el entrenamiento con pocos datos, estos sistemas de IA pueden aprender a replicar de manera sorprendentemente precisa las características faciales, expresiones, voces y movimientos de un individuo específico. Al combinar y superponer esta información con distintas fuentes, los deepfakes pueden hacer que alguien aparezca diciendo o haciendo cosas que nunca ocurrieron en realidad.

Esta capacidad de crear contenido falsificado pero extremadamente creíble plantea importantes riesgos de desinformación y daños a la reputación. Algunos ejemplos de deepfakes incluyen videos donde se muestra a una celebridad diciendo cosas que nunca dijo, audios sintéticos de voces famosas, o imágenes manipuladas de políticos en situaciones comprometedoras.

Los deepfakes plantean graves amenazas como desinformación, fraudes, daños a la reputación, vulneración de la privacidad e impactos en la democracia. Aquí algunos ejemplos de lo potencialmente dañinos que pueden ser los deepfakes para tu marca.

Difusión de desinformación. Los deepfakes pueden usarse para crear y diseminar noticias falsas, propaganda engañosa o teorías de conspiración aparentemente respaldadas por «evidencia» audiovisual convincente.

Fraudes y estafas. Los estafadores pueden explotar deepfakes de voz para clonar voces de ejecutivos o familiares y solicitar transferencias de dinero u obtener información confidencial.

Daños a la reputación. Las imágenes o videos falsos de figuras públicas, celebridades o líderes empresariales en situaciones comprometedoras pueden arruinar reputaciones y socavar la confianza del público.

Vulneración de la privacidad. La creación no consentida de deepfakes explícitos o sexualmente sugestivos utilizando la imagen de una persona viola su privacidad y dignidad.

Impactos en la democracia. Los deepfakes pueden usarse para influir indebidamente en procesos electorales o socavar la confianza pública en instituciones y líderes.

Ante la creciente amenaza de los deepfakes, es crucial que las marcas implementen estrategias proactivas para proteger su reputación e integridad. Algunas recomendaciones clave incluyen:

Monitoreo y detección temprana. Utiliza herramientas de monitoreo en línea y redes sociales para detectar deepfakes maliciosos que involucren a tu marca lo antes posible. Establece protocolos de respuesta rápida.

Educación y concientización. Educa a tus empleados, clientes y público en general sobre los riesgos de los deepfakes y cómo identificarlos. Promueve el pensamiento crítico ante contenidos sospechosos.

Alianzas y colaboración. Colabora con plataformas de redes sociales, organismos reguladores y otras marcas para combatir la desinformación y establecer estándares contra los deepfakes.

Autenticación y verificación. Implementa medidas de autenticación y verificación sólidas, como firmas digitales o blockchain, para validar la autenticidad de tus contenidos oficiales.

Respuesta legal. Prepárate para tomar acciones legales contra quienes creen y difundan deepfakes dañinos sobre tu marca, violando derechos de propiedad intelectual o privacidad.

Tecnologías de detección. Invierte en tecnologías de detección de deepfakes basadas en IA que puedan identificar contenido sintético con mayor precisión.

Aunque los deepfakes son cada vez más sofisticados, aún existen pistas que pueden ayudar a identificarlos. Algunas señales a las que prestar atención incluyen:

1. Inconsistencias visuales
   Presta atención a distorsiones o irregularidades en partes del cuerpo como manos, dedos y ojos, así como tonos de piel desiguales o sombras extrañas.

2. Desfase de audio y video
   En deepfakes de video, observa si hay un desfase entre los movimientos de los labios y el audio, o expresiones faciales que no se sincronicen con lo que se está diciendo.

3. Calidad inusual
   Algunos deepfakes pueden tener una calidad de imagen o video anormalmente alta o baja en comparación con el contenido auténtico.

4. Falta de metadatos
   Los deepfakes a menudo carecen de metadatos como fechas, ubicaciones o información del creador que normalmente acompañan a contenidos reales.

5. Contexto sospechoso
   Evalúa si el contenido parece demasiado extraordinario o sensacionalista para ser real, y verifica la información en fuentes confiables.

Es importante recordar que la detección de deepfakes requiere un ojo crítico y un enfoque holístico que considere el contexto y la plausibilidad del contenido.

Open AI, por ejemplo, está probando una herramienta para detectar si una imagen es real o creada por IA.

Los deepfakes impulsados por IA representan una amenaza significativa para marcas e individuos en la era digital actual. Aunque las técnicas de creación de deepfakes continúan mejorando, es esencial mantenerse vigilante, implementar estrategias de protección proactivas y fomentar el pensamiento crítico ante contenidos potencialmente falsos. Al trabajar juntos para combatir la desinformación y fortalecer la autenticidad, podemos mitigar los riesgos de los deepfakes y preservar la integridad de nuestras marcas y sociedades.