¿Es viable una televisión que se aparte del lucro para enfocarse en el contenido? Brasil demuestra que sí, gracias a la televisión independiente. Desde 1998, la Asociación Brasileña de Emisoras Públicas Educativas y Culturales ha agrupado a 19 televisoras que optan por una difusión cultural y educativa en lugar de perseguir beneficios comerciales. Este modelo, que inicialmente se apoyaba en la señal abierta, ha encontrado en internet un nuevo escenario para crecer y llegar a un público más amplio.

El desafío de adaptarse a internet

La transición hacia internet ha sido crucial para estas productoras. A pesar de que Brasil se destaca como una potencia económica, son pocas las televisoras que comprenden las diferencias fundamentales entre la televisión tradicional y la digital. Internet demanda una aproximación más expresiva y versátil, algo que no todas las emisoras han sabido implementar eficazmente.

Entre las 19 productoras, destacan dos ejemplos notables por su innovación y calidad:

• Rede Minas: Considerada la joya de la televisión independiente de Brasil, Rede Minas sobresale por su excelente diseño web y la diversidad y calidad de sus contenidos. Los vídeos disponibles en su portal no solo son de alta calidad sino que también fomentan la interacción al permitir su compartición en redes sociales.

• TVE Bahía: Con más de cuatro décadas de historia, fundada por el Instituto de Radiodifusión Educativa de Bahía, TVE Bahía es una entidad civil sin ánimo de lucro que ha extendido su proyecto educativo a internet. Su portal se centra en vídeos con un enfoque educativo, destacando por su creatividad y la promoción de la cultura brasileña.

La experiencia de la televisión independiente en Brasil nos enseña la importancia de las iniciativas regionales en la industria televisiva. Ejemplo de ello es Rede Minas, que opera como una fundación pública, demostrando el potencial de las emisoras independientes para contribuir significativamente al paisaje cultural y educativo del país.

A través de la adaptación y la innovación, estas televisoras no solo han sobrevivido en un entorno digital competitivo sino que también han prosperado, ofreciendo una alternativa valiosa al modelo comercial predominante. Al hacerlo, no solo preservan la riqueza cultural de Brasil sino que también la comparten con el mundo a través de internet.