Mario Gutiérrez no solo ha teorizado sobre la necesidad de innovación en las industrias creativas sino que también ha liderado proyectos que son testimonio de su visión. Entre ellos, iniciativas multimedia que combinan tecnología y cultura para crear experiencias educativas y de entretenimiento únicas. Estos proyectos no solo buscan entretener, sino también educar y fomentar un pensamiento crítico y creativo entre los jóvenes.

La economía creativa, según el Informe de la Economía Creativa de la UNCTAD, ha mostrado un crecimiento exponencial en las últimas décadas, siendo una fuente significativa de ingresos y empleo en muchas partes del mundo. Perú, con su rica herencia cultural y artística, tiene el potencial de convertirse en un jugador importante en este campo. Sin embargo, para lograrlo, es esencial crear un ecosistema que nutra y promueva la innovación.

Para que Perú avance en el desarrollo de sus industrias creativas, es fundamental la creación de políticas públicas que apoyen la innovación y la creatividad. Incentivos fiscales para startups creativas, subvenciones para proyectos innovadores y la protección de los derechos de propiedad intelectual pueden ser pasos significativos en esta dirección. Del mismo lado, la iniciativa privada puede contribuir invirtiendo en proyectos creativos y colaborando con instituciones educativas para desarrollar el talento necesario para esta nueva economía.

Las generaciones más jóvenes, nativas digitales y con una perspectiva global, son esenciales para el futuro de las industrias creativas en Perú. Su educación, formación y empoderamiento son clave. Instituciones como la “Universidad de la Creatividad”, propuestas por Mario Gutiérrez, son cruciales para preparar a estos jóvenes no solo en habilidades técnicas sino también en pensamiento crítico, resolución de problemas y, sobre todo, creatividad.

La visión de Mario Gutiérrez sobre la innovación y la creatividad en Perú es un llamado a la acción para todos los sectores de la sociedad. La transformación creativa del país es posible si se trabaja conjuntamente hacia la creación de un ecosistema que valore y promueva la creatividad. El futuro de Perú en la economía global depende en gran medida de su capacidad para innovar y adaptarse, haciendo de las industrias creativas no solo un motor económico sino también un reflejo de su rica cultura e identidad.